Colegio Médico expresa su preocupación por el Personal de Salud en esta Pandemia

La segunda ola de coronavirus pone nuevamente en evidencia la crisis del sistema de salud sanitario, Colegio Médico de Tucumán, a través de su Presidente Héctor Sale, expuso su preocupación por la desvalorización e insalubridad en el trabajo y accionar diario de todo personal interviniente en Salud

Dr. Héctor Sale
Presidente del CMT

Desde el Colegio médico debo hacer un público reconocimiento hacia todo el personal médico de nuestra provincia que ha mostrado una actitud realmente invalorable. Al ver médicos especialistas, altamente capacitados, que volvimos a hacer guardias en unidades de terapias intensivas, terapias intermedias, en consultorios de febriles; para dar respuesta en el sistema y poder dar contención a la comunidad. Un gesto que hay que reconocer públicamente, puesto que los profesionales médicos hemos sacrificado los horarios de nuestra actividad privada, para poder cubrir las necesidades del sistema.

También esto tiene que llevar a las autoridades legislativas y gubernamentales a hacer un verdadero reconocimiento de lo que es el acto Médico.

Se pueden seguir ampliando camas, donde se puedan internar a los pacientes, pero sin el recurso humano calificado que pueda asistir a los enfermos con COVID, que en gran porcentaje son enfermos muy críticos, que están muy al borde y necesitan de un personal muy entrenado para poder sobrellevar esa situación de gravedad.

Esta pandemia debe hacer concientizar a todas las autoridades, porque hoy la Medicina y el Personal de la Salud, viene muy menospreciado en todo lo que se refiere al reconocimiento económico de su labor. Comparativamente con otras reparticiones, el Personal de la Salud ve una gran inequidad en cuanto a la valoración del trabajo, las horas técnicas y demás. No se puede entender, por ejemplo, cómo no va a estar contemplado el ítem de insalubridad en personal, que justamente tiene tanta cantidad de fallecidos por dicho tema. Nosotros exponemos nuestras Vidas en estos ambientes de alto riesgo. Como no contemplar que nos podamos jubilar dignamente, con un 82% móvil, y de repente ver otras reparticiones que si lo tienen contemplado. Estos temas generan una disconformidad en el personal de salud, que no ha tenido descanso en más de un año.

Esta situación de pandemia tiene que, a las diferentes autoridades de los diferentes sectores, poner en concientización de lo que significa el valor del trabajo del personal de la salud.

Cuando hablamos del Personal de la Salud, hablamos de todos; que incluye desde el kinesiólogo, el enfermero, el que limpia, el camillero, el que lleva los cuerpos de los fallecidos, el que trae la comida, etc. El personal de una institución sanitaria realiza un trabajo invalorable, por exponer su vida y la de su familia, por el bien de los demás. Esto debe ser reconocido, estos golpes que nos ha dado la pandemia, deben generar cambios, deben generar una concientización, especialmente por parte de las autoridades, que son quienes tienen el poder de decisión, para poder lograr el cambio.

Tenemos mucha angustia y preocupación por la situación que nos toca vivir. Pedimos una concientización también por parte de la comunidad, que no subestime la situación que estamos viviendo, el Personal de Salud es un recurso finito, es una persona que también se enferma, que también puede morir, también es un recurso humano que se cansa, que se estresa. La toma de conciencia recién surge cuando pierde a un familiar o un amigo y eso es tarde.

Con respecto a las restricciones surgen porque hay una falta de conducta, cuando las recomendaciones son dadas en forma preventiva, y a pesar de las recomendaciones no se cumplen, estas medidas extremas surgen porque asusta el número de casos, asusta la falta de camas hospitalarias y sanatoriales, el agotamiento de las camas críticas, que es lo que más asusta.
Lógicamente que estas medidas tendrán un impacto económico sobre una población que tiene una dependencia de su actividad laboral para poder subsistir. Son situaciones muy preocupantes y alarmantes. Hay una responsabilidad cívica por parte de la comunidad que hay que asumir y también una responsabilidad por parte de las autoridades a continuar trabajando en las medidas preventivas en avanzar rápidamente con la inmunización que eso también es lo que podría cambiar el rumbo.

El profesional Médico vive una rutina de permanente estrés por la situación de tener que definir y decidir conductas para procurar la salud de sus pacientes. Un alto porcentaje de personal de salud sufre trastornos de sueño y de ansiedad. A pesar de estar inmersos en esta tremenda situación de enfrentar la enfermedad día a día, ingratamente los profesionales tenemos que luchar por el reconocimiento y los valores de las obras sociales. Es un doble estrés que se está viviendo, que no tendría que ser, porque esto es trabajo que debe ser valorado.

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