“Todavía estamos lejos de controlar el dengue”

Con un pico histórico de 71.717 casos de dengueen todo el país y 53 muertes, Tucumán lidera el ranking de las provincias más afectadas por la enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti. Si bien ahora que baja la temperatura empiezan a disminuir los contagios, no hay que confiarse. Si no sacamos los criaderos de mosquitos de las casas en los meses de frío, cuando vuelva el calor vamos a lamentarlo.

Así de directa es la infectóloga Susana Lloveras. En su opinión, todavía estamos lejos de controlar el dengue. Y por ello corremos el riesgo de que esta enfermedad se instale para siempre y nos traiga dolores de cabeza todos los años.

En una entrevista con LA GACETA, la especialista habló sobre la epidemia actual, sobre la circulación de nuevos serotipos de la patología y de lo que se espera para las próximas temporadas. Aunque recientemente se aprobó una nueva vacuna en el país, que se empezaría a comercializar en septiembre, para Lloveras eliminar el Aedes aegypti es una de las medidas más eficaces para controlar la enfermedad. “Si no hay mosquitos no hay transmisión”, aclaró la médica, integrante de la comisión de Enfermedades Endémicas y Emergentes de la Sociedad Argentina de Infectología.

– Este año hubo más casos de infectados por dengue y también más muertes. ¿Las epidemias de suelen ser cada vez más graves?

– En los últimos años la incidencia de dengue ha aumentado a nivel mundial. Además, en la región de las Américas se ha hecho endémica desde su reintroducción en 1980 y tenemos brotes epidémicos de manera periódica. Es esperable que tengamos brotes cada vez más importantes, vinculados con el cambio climático y con extensión a otras áreas.

– ¿La presencia de nuevos serotipos de virus (el dengue tiene cuatro) complica la situación pensando en el futuro?

– La presencia de un nuevo serotipo complica en el sentido que hay personas susceptibles a él y la posibilidad de nuevos casos de dengue. Cuando circula un serotipo igual al de una temporada anterior hay menor cantidad de susceptibles y el brote epidémico es menor.

– ¿En qué fallamos a la hora de la prevención?

– La prevención de dengue es compleja y difícil para arribar a un resultado óptimo. Hay varios factores intervinientes, como el crecimiento urbano no planificado, problemas de agua y saneamiento y el cambio climático y ambiental. Una de las medidas de prevención es la eliminación de criaderos de mosquitos y esto debe hacerse durante todo el año y con participación comunitaria. Todos debemos eliminar los criaderos en nuestras casas. Pero también hay que hacer un trabajo integrado entre educación, salud, autoridades nacionales, municipales y provinciales sobre la importancia de tener un entorno limpio y sin basura acumulada ni recipientes que sirvan de criaderos de mosquitos. Además, hay que tener en cuenta que en determinados lugares no hay provisión de agua potable y las personas acumulan este líquido en recipientes para el consumo. Esta es una realidad sobre la hay que trabajar para que el almacenamiento no multiplique los criaderos.

– ¿Corremos riesgo, en el norte argentino, de que la enfermedad se convierta en endémica?

– Para que se convierta en endémica deberíamos tener casos de manera sostenida durante todos los años en la misma región geográfica. Es una posibilidad teniendo en cuenta lo que viene pasando en América.

-¿Qué tan lejos cree que estamos de tener algo para controlar la enfermedad?

– Creo que estamos lejos de controlar la enfermedad. La aparición de brotes de dengue tienen una multicausalidad y es difícil poder controlar todos los factores, aunque se van sumando diversas estrategias para el control.

Para prevenir

– La medida más importante para la prevención del dengue es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los recipientes que contienen agua.

– Cambiar cada tres días el agua de bebederos de animales y colectores de desagües de aire acondicionado.

– Tapar los tanques y recipientes que se usan para recolectar agua.

– Limpiar canaletas y desagües de lluvia de los techos.